martes, 26 de julio de 2022

Ópera latinoamericana | Virginia | José Ángel Montero - Domenico Bancalari | Teatro Caracas, Venezuela, 1873

Imagen publicada en el LP
Título: Virginia

Género - estructura: ópera en 4 actos

Música: José Ángel Montero (1832-1881)  

Libreto: Domenico Bancalari (año-año)  

Idioma original: italiano 

Traducción al castellano: Ramón Sánchez 

Estreno mundial versión Montero: Teatro Caracas, Venezuela, 26 de abril de 1873


HISTORIA

Por mucho tiempo se consideró la primer ópera de autor venezolano, hasta que se encontró "El maestro Rufo zapatero" de José María Osorio.

Aquí se da un caso recurrente en la ópera de autor latinoamericano, y es que los compositores toman libretos europeos de óperas estrenadas y los versionan, y hay libros que cuentan con versiones musicales realizadas por varios compositores.

Fuente: Mariana Lazzarini 



En 1873, una vez terminada la ópera Virginia, José Ángel Montero emprendió las diligencias para su ejecución en público. Al enterarse de la existencia de esta ópera, que para entonces se pensaba que era la primera escrita en Venezuela, Antonio Guzmán Blanco, Presidente de la República, dispuso de inmediato su puesta en escena en la Temporada de Opera que se llevaba a cabo en el Teatro Caracas, pagando los escenarios y el vestuario.

Para la temporada de ópera de 1873, el Teatro Caracas había cambiado sus decorados y estrenado la luz blanca a base de gasolina. Así mismo se encontraba en Caracas la compañía "Opera Italiana", que había llegado al país el 27 de diciembre de 1872, tras ser contratada en París por los empresarios del Teatro Caracas, los señores Mariano Montilla y Bernabé Díaz. El elenco de la compañía estaba integrado por las sopranos Antonieta Brambilla y Nordi, la mezzo-soprano Martino Francosonelos, tenores Bassi y Chiessi, el barítono Hipólito, el bajo Hugo Brambilla y el maestro Pazzelli, que se encargaba de la dirección. En un principio la ópera debía estrenarse el 27 de marzo, fecha que hubo de posponerse para el 20 de abril y luego para el 26 del mismo mes. José Ángel Montero se había ofrecido a tocar él mismo el solo de violín de la ópera, mientras que el joven artista Manuel Otero realizaba las soberbias decoraciones. Para ser publicado por la imprenta de La Opinión Nacional, Ramón Sánchez realizó la traducción al español del libreto en italiano de Domenico Bancalari, cuya identidad, al parecer, era desconocida en la época. Finalmente la noche del 26 de abril la ópera Virginia fue escuchada por primera vez en público y el gran éxito de su estreno se repitió en las funciones del 27 de abril y el 4 de mayo.

Tras la puesta en escena de su ópera, José Ángel Montero fue objeto de importantes halagos, reconocimientos y distinciones como un respaldo a su labor creativa. Antonio Guzmán Blanco lo condecoró con el Busto del Libertador Simón Bolívar, mientras que el Gimnasio de Literatura y Jurisprudencia le confirió una Medalla Honorífica por el éxito sobresaliente alcanzado con las funciones. 

Tras su estreno en 1873, y a pesar del éxito obtenido, la ópera Virginia se vio sumida en el más profundo olvido por más de noventa años. En la década de los sesenta, teniendo noticias de que en la Biblioteca Nacional se hallaba guardada la partitura de la Virginia de José Ángel Montero, el crítico, historiador y compositor Rházes Hernández López se propuso el rescate de la obra. Mientras él se ocupaba de investigar quién era el autor del libreto, trabajo que le llevó cerca de tres años, y de escribir diferentes artículos de prensa sobre esta ópera, planteó el proyecto a su amigo el maestro italiano Primo Casale, quién inició inmediatamente el estudio de la obra.

En la Biblioteca Nacional se conservan el manuscrito original de la partitura de director de la ópera y el juego completo de particellas que fueron utilizadas  por los músicos de la orquesta, el coro y los solistas para el estreno de la ópera en 1873. De todos estos papeles de música, los únicos que en realidad contienen la ópera completa son el juego de particellas orquestales y vocales, ya que la partitura de director, a pesar de ser un manuscrito del compositor, presenta grandes deficiencias, su instrumentación está incompleta, falta la obertura y la página correspondiente a los últimos ocho compases del segundo acto se encuentra extraviada. De este material Primo Casale tuvo acceso únicamente a la partitura incompleta de director, por lo que después de un cuidadoso estudio decidió reelaborar por completo la obra.

José Ángel Montero utilizó para su ópera la paleta instrumental que normalmente disponían las orquestas en la Caracas de aquella época, las cuales comprendían dos flautas, dos clarinetes, una trompeta, dos cornos, un trombón, dos timbales y el quinteto de cuerdas. Por otra parte, la técnica de orquestación del compositor fue heredada de las obras de nuestros creadores coloniales, donde, en líneas generales, la melodía es llevada principalmente por los violines, mientras que el resto de los instrumentos de cuerda y de viento cumplían las tradicionales funciones armónicas, constituyéndose también en recursos de ornamentación, colorido e intensidad. La escasa creación de obras netamente sinfónicas en el país a lo largo del Siglo XIX, no permitió a los compositores  evolucionar sustancialmente en la utilización de las riquezas orquestales. Con escasos y poco elaborados recursos contrapuntísticos, José Ángel Montero emplea una armonía sencilla y tradicional que logra manejar en concordancia con las inspiradas melodías que acompaña, para alcanzar en los diferentes fragmentos el clima propicio que requiere el dramatismo del argumento de la ópera. Consciente de sus limitaciones, Montero suple todas sus deficiencias con el desarrollo de una línea melódica extraordinaria, sólida, inspirada, fluida, espontánea y verdaderamente lírica. La melodía es en realidad el alma de esta obra. A pesar de ser escrita por un venezolano, nos encontramos frente a una hermosa ópera de corte italiano, que sigue, con personalidad propia, la línea de Bellini, aunque en muchos fragmentos bien se siente la influencia de Donizetti y Verdi. 

(...)

Tras su estreno en 1873, y a pesar del éxito obtenido, la ópera Virginia se vio sumida en el más profundo olvido por más de noventa años. En la década de los sesenta, teniendo noticias de que en la Biblioteca Nacional se hallaba guardada la partitura de la Virginia de José Ángel Montero, el crítico, historiador y compositor Rházes Hernández López se propuso el rescate de la obra. Mientras él se ocupaba de investigar quién era el autor del libreto, trabajo que le llevó cerca de tres años, y de escribir diferentes artículos de prensa sobre esta ópera, planteó el proyecto a su amigo el maestro italiano Primo Casale, quién inició inmediatamente el estudio de la obra.

En la Biblioteca Nacional se conservan el manuscrito original de la partitura de director de la ópera y el juego completo de particellas que fueron utilizadas  por los músicos de la orquesta, el coro y los solistas para el estreno de la ópera en 1873. De todos estos papeles de música, los únicos que en realidad contienen la ópera completa son el juego de particellas orquestales y vocales, ya que la partitura de director, a pesar de ser un manuscrito del compositor, presenta grandes deficiencias, su instrumentación está incompleta, falta la obertura y la página correspondiente a los últimos ocho compases del segundo acto se encuentra extraviada. De este material Primo Casale tuvo acceso únicamente a la partitura incompleta de director, por lo que después de un cuidadoso estudio decidió reelaborar por completo la obra.

José Ángel Montero utilizó para su ópera la paleta instrumental que normalmente disponían las orquestas en la Caracas de aquella época, las cuales comprendían dos flautas, dos clarinetes, una trompeta, dos cornos, un trombón, dos timbales y el quinteto de cuerdas. Por otra parte, la técnica de orquestación del compositor fue heredada de las obras de nuestros creadores coloniales, donde, en líneas generales, la melodía es llevada principalmente por los violines, mientras que el resto de los instrumentos de cuerda y de viento cumplían las tradicionales funciones armónicas, constituyéndose también en recursos de ornamentación, colorido e intensidad. La escasa creación de obras netamente sinfónicas en el país a lo largo del Siglo XIX, no permitió a los compositores  evolucionar sustancialmente en la utilización de las riquezas orquestales. Con escasos y poco elaborados recursos contrapuntísticos, José Ángel Montero emplea una armonía sencilla y tradicional que logra manejar en concordancia con las inspiradas melodías que acompaña, para alcanzar en los diferentes fragmentos el clima propicio que requiere el dramatismo del argumento de la ópera. Consciente de sus limitaciones, Montero suple todas sus deficiencias con el desarrollo de una línea melódica extraordinaria, sólida, inspirada, fluida, espontánea y verdaderamente lírica. La melodía es en realidad el alma de esta obra. A pesar de ser escrita por un venezolano, nos encontramos frente a una hermosa ópera de corte italiano, que sigue, con personalidad propia, la línea de Bellini, aunque en muchos fragmentos bien se siente la influencia de Donizetti y Verdi. 

(...)

Al emprender la revisión de la ópera Virginia de Montero, sin duda el trabajo más importante de Primo Casale se centró en la reelaboración de la orquestación. Primero amplió el espectro orquestal original, agregando dos oboes, dos fagotes, una trompeta, dos trombones, un platillo, un bombo, un tambor y un triángulo. Luego, en líneas generales, redimensionó el concepto de la orquestación, alternando y distribuyendo las líneas melódicas expuestas originalmente por los violines, entre todos los instrumentos de la orquesta y desarrollando algo más los motivos melódicos de algunas secciones, lo cual, lejos de poderse interpretar como una licencia excesiva de Casale, constituye un claro enriquecimiento de la textura instrumental, manteniendo siempre la concepción original de la obra. Para suplir la falta de la obertura original de la ópera, que consta de 342 compases, Casale se vio obligado a realizar una ampliación de la introducción orquestal del Acto I, llevándola de 30 a 56 compases, utilizando, desarrollando y reexponiendo los motivos rítmicos y melódicos del original. Así mismo, los preludios y los interludios orquestales del resto de la obra normalmente son ampliados, con excepción del preludio al Acto IV, el cual fue reducido drásticamente de 54 a 11 compases. En general son escasos los cambios en las líneas melódicas de los recitativos, arias y concertantes de los protagonistas, limitándose más bien a la eliminación de múltiples repeticiones, a la ornamentación de algunas de las melodías de la Escena I del Acto IV y a la armonización de varios de los fragmentos corales originalmente escritos al unísono. El único cambio estructural que Casale realizó en toda ópera fue la inversión de las Escenas I y II del Acto III, poniendo primero "La Conjura" y luego la escena en casa de Virginio. 

(...)

Finalmente, tras noventa y seis años de silencio, la ópera Virginia de José Ángel Montero se volvió a escuchar, esta vez en el Teatro Municipal de Caracas el 28 de Febrero de 1969. Su reestreno causó un gran revuelo en la comunidad musical de la ciudad. Los críticos y los más destacados músicos de la época no hicieron esperar sus palabras de halago, asombro, admiración y regocijo frente al redescubrimiento de una magnífica y verdadera obra artística, creada por uno de nuestros más importantes compositores del siglo XIX, José Ángel Montero. El montaje contó con la participación del elenco integrado por Fedora Alemán, Ramón Iriarte, Blas Martínez, Alfredo Izquierdo, Danilo Van der Hahn, Yolanda Correa, el Coro de la Escuela Nacional de Opera y profesores de la Orquesta Sinfónica Venezuela, todos bajo la dirección del maestro Primo Casale. Poco tiempo después fue realizada con el mismo elenco la presente grabación en las instalaciones del Estudio Continental.

La Fundación Vicente Emilio Sojo, poseedora de las cintas originales de esta histórica grabación y coincidiendo felizmente con los objetivos de la Compañía Nacional de Opera "Alfredo Sadel", unió esfuerzos para realizar la reedición discográfica de la ópera Virginia, de José Ángel Montero, la cual no dudamos será de la completa aceptación del público amante de la ópera de todos los tiempos.

Fuente:


PERSONAJES E INTÉRPRETES ESTRENO

  • Viginia, hija de Virginio (soprano) 
  • Claudio, jefe (barítono):  
  • Marcos, confidente de Claudio (bajo) 
  • Virginio (bajo) 
  • Icilio, tribuno (tenor) 
  • Emilia, aya de Virginia (mezzosoprano) 


ORQUESTA 6 DIRECCIONES ESTRENO:

  • Orquesta: 
  • Director:  
  • Puesta en escena:   
  • Coro: 
  • Director de coro:  
  • Ballet:  
  • Coreografía:  
  • Vestuario:   
  • Escenografía:   


ARGUMENTO

La obra narra el sacrificio de la plebeya Virginia a manos de su padre, el centurión Lucio Virginio, para protegerla de la ignominia de ser rebajada a la condición de esclava por haber rechazado a Apio Claudio Craso. Los hechos acontecieron en Roma en el siglo V a.C. durante las luchas entre patricios y plebeyos, y provocaron revueltas que acabaron con el derrocamiento de los decenviros.

Fuente: Verónica Maynes. Ópera actual

Acto 1:

Acto 2

Acto 3:

Acto 4

Fuente:




LIBRETO

Libreto online en → Sangiorgi, Felipe. José Ángel Montero y su ópera Virginia. WaybackMachine. [Ver online

 





VIDEOS ONLINE:

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PUESTAS EN ESCENA (Versión Montero):

  • Teatro Caracas, Venezuela, 26 de abril de 1873 (Estreno mundial) 
  • Teatro Municipal de Caracas. Venezuela, 1969 
  • Teatro Teresa Carreño. Caracas, 2003 




GRABACIONES AUDIOVISUAL:





GRABACIONES AUDIO


  • Viginia, hija de Virginio (soprano)Fedora Alemán 
  • Claudio, jefe (barítono): Ramón Iriarte 
  • Marcos, confidente de Claudio (bajo)Alfredo Izquierdo 
  • Virginio (bajo): Danilo Van der Hahn 
  • Icilio, tribuno (tenor)Blas Martínez 
  • Emilia, aya de Virginia (mezzosoprano): Yolanda Correa 
  • Orquesta: Orquesta Sinfónica De Venezuela 
  • Director: Primo Casale  
  • Coro: Coro de la Escuela Nacional de Ópera 
  • Puesta en escena: Horacio Peterson   
  • Vestuario: Helio Eichbauer  
  • Escenografía: Helio Eichbauer 
  • Director del palco escénico: Maestro Enrique Trigo
  • Coordinador general: Rhazés Hernández López 
  • Asesor: Luis T. Sarabia 
  • Puesta en el Teatro Municipal de Caracas, en 1969
Fundación Vicente Emilio Sojo 
Sello: Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes   
Número de catálogo: CD20101 // CD20102  








PRENSA

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BIBLIOGRAFÍA

  • Maynes, Verónica. Historia de la Ópera LX. Ópera en la América decimonónica (II). Ópera Actual. 1 febrero 2022 [Ver online]  
  • Sangiorgi, Felipe. José Ángel Montero y su ópera Virginia. WaybackMachine. [Ver online




Links


Recopilación Mariana Lazzarini - 2022







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