Tan mal está el planeta como para que cuatrocientas personas se hayan ofrecidos como pasajeros a un viaje a Marte aún sabiendo que el paquete no ofrece el boleto de vuelta… Si, se van, con lo puesto, con lo que quepa en el cohete espacial, se van para no volver, a conquistar otros mundos o a navegar perdidos en el espacio o a lo que Dios disponga si es que no le da en el hígado un par de pelotudos, no conforme con estar haciendo polvo la tierra se estén proponiendo llevar su (nuestra) basura cósmica por otros vecindarios interplanetarios.
Pensándolo bien, estos viajeros no se alejan mucho de aquellos que llegaron en los primeros viajes a América. Pasan por mi mente los dibujos de los manuales escolares en donde se muestran mapas sostenidos por elefantes y criaturas mágicas. Por la vara con la que el espacio mide el tiempo tampoco ha pasado tanto tiempo desde que se mato a Galileo y demás animaladas que tan impunemente cometimos. Cuánta ignorancia y salvajismo escribió la ciencia, con bellos firuletes, en esos doctos documentos…
¿Estos cuatrocientos viajeros a Marte se parecerán a aquellos que llegaron entonces al nuevo continente (Vikingos aparte) o a los ingenuos-ignorantes de la cartología antigua… El tiempo lo dirá. Por lo pronto, a preparar los pañuelos que cuatrocientos fulanos harán realidad el sueño de rajarse de una vez por todas del puto mundo sin necesidad de estirar la pata, y esto, claro esta, es porque los cohetes son pequeños, Marte queda lejos y ni en pedo a mitad de canino se encuentran con Dolores, bueno, con dolores si porque eso de estar eternamente en un cohete no debe de ser ninguna joda, pero ya ven, si se quieren ir de joda podrían irse a Mardel, pero ok, si eligieron Marte, que se jodan, que se les acalambre las patas por no poder estirarlas y que se vayan de una puta vez que en el mundo hay muchas cosas como para andar sosteniéndoles la vela a cuatrocientos jodidos que encima se van al carajo y nos dejan con los kilombos a nosotros mientras ellos se toman un buque y se van a la luna, digo, se toman un cohete y se van a Marte. ¡Miércoles, carajo!
Link de interés: Voluntarios para un viaje a Marte, sin regreso. Fuente: Semana.com
