sábado, 3 de marzo de 2012

Luis Miguel festejó 30 años de reinado en Viña del Mar

Publicado en Revista "What's Up!" de Colombia en febrero de 2012.
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http://whatsuprevista.blogspot.com/2012/03/luis-miguel-festejo-30-anos-de-reinado.html


Luego de 18 años de ausencia, el astro mexicano se presentó en el festival chileno donde fue homenajeado con un premio inédito y creado exclusivamente para él, la “Gaviota de Platino”. También recibió las llaves de la ciudad de manos de la alcaldesa.


FOTOGRAFIA: Todo por Luis Miguel, Fan Club Oficial, Chile



Hacía 18 años que Luis Miguel no se presentaba en el Festival de Viña del Mar, Chile. Según comentaron los organizadores años pasados, no se habría podido llegar a un acuerdo económico ya que el show del astro mexicano es muy caro y quedaba fuera de presupuesto. Pero 2012 es especial, Luis Miguel está festejando sus 30 años de reinado en la música, y sabiéndolo, la alcaldesa de la ciudad jardín, Sra. Virginia Reginato logró cerrar el trato.

Luis Miguel debutó en el Festival de Viña del Mar en 1985. Para ese entonces tenía catorce años, tres de profesión, había ganado su primer Grammy y era conocido en toda Latinoamérica y España, motivo por el cual fue tenido en cuenta como artista internacional invitado. Su presentación fue decisiva en su carrera ya que marcó el paso entre niño y adolescente. Ese año el sol tuvo que realizar un maratón entre Viña y San remo, festival en el que participó y ganó el segundo puesto. Al año siguiente, Luis Miguel volvió a presentarse en Viña repitiendo el éxito. En 1987 Luis Miguel, ya un joven y con nueva compañía discográfica, inicia la exitosa mancuerna con Juan Carlos Calderón, autor de la canción con la que ganara su primer Grammy.

En 1990 Luis Miguel regresa a Viña y se recuerda especialmente cuando cantó a capela los temas que se encontraba grabando para su siguiente disco, el mítico “20 años” con el que obtendría marcas nunca antes logradas por un artista latino, tanto en ventas como popularidad en la lista Billboard. Al año siguiente Luis Miguel cimentó el segundo pilar de su carrera: los boleros. Debía cumplir con un disco anual que le exigía su contrato, pero debido al éxito de la gira “20 años” y gracias a una coincidencia fortuita en el programa de televisión conducido por Verónica Castro, decide hacer un disco de catálogo junto al maestro Armando Manzanero, su segunda mancuerna de oro. Sin presentación alguna edita “Romance”, disco sin precedentes que provocó el resurgimiento del bolero y con el que obtuvo un éxito nunca antes logrado por un disco grabado completamente en español.

Luis Miguel no sólo había dejado atrás al niño que fue en sus inicios sino que desde entonces es indiscutiblemente el artista latino más exitoso: su nombre es el único latino que aparece en las listas de los artistas con mayores ganancias por conciertos en los Estados Unidos, es el mayor vendedor de toda la historia de la industria discográfica en países como México, Chile y Argentina, quienes le entregan varios discos de Diamantes; logra el mayor contrato que una discográfica haya pagado a un artista latino, sus conciertos tienen llenos totales donde se presente, etc.

En el cierre de la edición 1994, primera vez que el festival era televisado en directo al mundo, Luis Miguel regresó a Viña del Mar y tuvo a su cargo el cierre. Vuelve entonces a ganar todos los premios: Antorchas de plata y oro, y Gaviotas de plata y oro.

Habiéndose agotado en menos de 2 horas todas las localidades de la Quinta Vergara para su presentación en la presente edición, Luis Miguel se descubre como el plato fuerte, aún cuando sus compromisos no le hayan permitido cerrar y sólo pudo presentarse en la apertura. Enojó a la prensa que sea el único artista que no realice conferencia, y ni pensar en notas luego del show. No se dejó ver sino hasta el momento en que los conductores Rafael Araneda y Eva Sánchez lo presentaron en una gala armada especialmente para él, luego de la breve actuación de Diego Torres y algunos pocos concursantes de los certámenes folklórico e internacional. Pasadas la 1 de la mañana, vestido con traje, camisa y corbata negro, Luis Miguel subió al escenario para presentar casi dos horas de concierto.

El repertorio es el mismo de su gira actual, que inició días atrás en un show privado en Punta del Este. Se trata de un recorrido por sus 30 años de carrera, con sus éxitos pop, sus boleros y un homenaje a sus inicios.

Viña del Mar tiene una tradición en la premiación de los artistas invitados, es el público, llamado “Monstruo” por la crueldad con la que trata a quienes no son de su agrado, quien a gritos y ademanes pide las preseas. Originalmente se creó la “Gaviota de Plata” para los cantantes que participan de los certámenes, pero como la platea solicitaba reconocimiento para los artistas invitados debieron instrumentarse sucesivamente las “Antorchas de Plata” y “Antorchas de Oro”, para diferenciar a artistas consagrados con participantes, pero el público siguió solicitando con ademanes la “Gaviota”, así que surgió el cuarto premio, la “Gaviota de Oro”.

Actualmente el público solicita los premios, y los conductores son los encargados, una vez autorizados por el Comité Organizador, de entregarlos, en orden de importancia: “Antorcha de Plata”, “Antorcha de Oro”, “Gaviota de Plata” y por último “Gaviota de Oro”. El “Monstruo” no es regalón, ha dejado a artistas internacionales consagrados con las manos vacías o deseando por alguno de los galardones.

En el cierre de la primer noche, con un público casi exclusivamente suyo y rendido a sus pies, Luis Miguel se hizo acreedor de “Gaviota de Plata” y “Gaviota de Oro” (se salteando los premios menores). Pero ésta presentación era el inicio de sus festejos por sus 30 años de reinado en la música, y el “monstruo” siguió pidiendo reconocimientos. La organización del Festival no se hizo esperar y presentó una presea única, que no será dada a ningún otro artista en el futuro y que fue creada exclusivamente para homenajear a Luis Miguel por su trayectoria y la importancia que su presencia tiene para Viña del Mar, se trata de la “Gaviota de Platino”, una versión moderna y más grande de la tradicional estatuilla con incrustaciones de cristal de swarovski. Luego, de manera inédita ya que no suele hacerse en el escenario, la alcaldesa Virginia Reginato le entregó a Luis Miguel las llaves de la llamada Ciudad Jardín.

El astro mexicano concluyó su show con sus mayores éxitos poperos, y luego de un saludo apresurado a la prensa, voló hacia México para cumplir con la inauguración de la nueva Arena México y presentaciones en Monterrey. En las próximas semanas la gira continuará por a Costa Rica, Panamá, Venezuela, Brasil y España. Y aunque aún no se ha anunciado, se estima que una vez presentado el próximo disco, podría regresar a Sudamérica a fin de año para realizar presentaciones.

POR: Mariana Flavia Lazzarini

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