Tan chico que para que la puerta pueda abrirse no llega hasta el suelo…Tan chico que como la puerta no puede estar a la altura del inodoro, o se vería desde afuera quien estuviera ahí sentado, no sólo la puerta no llega al suelo, sino que como no puede estar tan alta, es necesario cortar su vértice inferior.
Tan chico que cuando una “entra” (si es que estálo suficientemente delgada para "entrar") debe acomodarse a como de lugar a un lado del inodoro, en ese espacio mínimo que hay entre éste y la pared, como si fuera el tachito de la basura, para así poder cerrar la puerta.
Tan chico que cuando una termina sus quehaceres debe volver a ese reducto para poder abrir nuevamente la puerta. Por cierto, si se equivoca y se para del otro lado, queda ahí prisionera.
Tan chico que una cuando sale no puede menos que comentar lo chico que es ese baño.
No se puede creer.
Y ni qué decir que se encuentra en una facultad de diseño.
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