La presidente Cristina Fernández de Kirchner siempre tan esmerada en fastidiarnos la vida, y vaya que en el asunto se ocupa casi más que en llenar bolsos con euros de 500 para enviarlos a cuentas a su nombre en paraíso fiscales.
Acabo de notar que la cuenta de twitter de la Casa Rosa luce con orgullo la estatua de Juana Azurduy. Nada tengo en contra de la dama, pero si de su estatua.
Resulta que junto a Casa Rosada, justo del lado a donde mira el despacho presidencial, se levantaba la estatua a Cristóbal Colón. Por más que la actual presidente se apellide "Fernández" no puede ignorar que más de la mitad de los argentinos tenemos apellido italiano, y los lazos de ambos países son muy fuertes. La estatua que caprichosamente Cristina hizo destruir era un obsequio de la República Italiana a nuestro país, y se agradece que e gobierno de Italia haya tenido la templanza de no entrar en discusiones al ver la ponzoña kircherista, y todo porque alguna vez el antidemocrático Hugo Chávez, en visita oficial, al ver la estatua le dijo a Cristina que la quitara.
Luego de desarmar la estatua de Cristóbal Colon, pero a la mala, destruyéndola, y mantenerla sin cuidado alguno sobre el césped, y no pudiendo prosperar medidas cautelares a su favor, la ignorancia venció sobre la historia y en su lugar fue colocada la estatua de Juana Azurduy, inaugurada con un acto populista y millonario, porque para el pan no hay presupuesto, pero sí para el circo...
Esta otra estatua es también un obsequio, esta vez de la República Boliviana, ya que su presidente, el nada democrático Evo Morales, al advertir que el tema de la estatua de Cristóbal Colón acentúo la irritación de algunos argentinos que somos diariamente azotados por Cadena Nacional y por los medios oficialista, muy cínico el presidente boliviano, echo leña al fuego metiendo en el baile a Juana Azurduy, quien podría tener su estatua en la capital argentina, pero colocarla en el lugar de la estatua de Cristóbal Colon es un escupitajo sobre escupido.
Ahora con orgullo el twitter oficial de Casa Rosada muestra a Juana, su trofeo sobre opositores.
No veo la hora de que estos populistas se vaya, que las cuentas oficiales en redes sociales del estado nacional no sean más usado para chimentos, insultos, peleas idiotas, atropellos y vulgaridades a la que la mal educada e histérica presidente Cristina Fernández de Kirchner nos tiene asqueadamente acostumbrados.
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