martes, 1 de junio de 2010

Bicentenario con poco clima festivo





Por Mariana Fracassi Lazzariniinfo@marianalazzarini.com.ar


Previo a la Semana de Mayo, la ciudad de Buenos Aires se mostró prácticamente ajena a los festejos por el Bicentenario. Pocos eras los negocios que realizaron una decoración especial, y cuando lo hicieron, ésta era muy sobria y generalmente consistía en pintar una cinta patria en la puerta o colocar alguna bandera o banda con los colores nacionales en las vidrieras. Algunos edificios privados pertenecientes a frands empresas hicieron gala de su ingenio patriota, fueron minoría.

Por parte del gobierno nacional la decoración de los edificios públicos fue también sobria.

La Casa Rosada daba pena ajena, con algunas banderas patrias y el “logotipo” del Bicentenario en el Porch tenía sabor a poco.
El congreso Nacional fue el más inspirado: sobre su fachada, al juego de luces azules y blancas se sumaban frases del preámbulo de la constitución nacional.


Y si lugar a dudas, el más hermoso fue el Cabildo. Ignoro cuando ha sido pintado por última vez, paso seguido por Plaza de Mayo y no recuerdo haber visto andamios, pero lo que haya sido, pintura o juego de luces, hacia que se viera como si fuera de azúcar, además, fue bellamente adornados con banderas patrias.

En algunas calles del centro, los gobiernos nacional y municipal compitieron por la atención, los carteles de unos y otros estaban más cercanos a la contaminación visual que al festejo ciudadano. Se agradecen las banderas, quien haya sido el que las haya colgado.

Es verdad que la gran mayoría de los edificios de la zona son de uso comercial, pero esto no quita que podrían haber estado decorados. Pocas banderas, muy pocas para lo importante de la fecha, menos que al jugarse cualquier partido de la Selección Nacional en un campeonato. Seguramente en días, cuando inicie el Mundial, se verán más.

La gente, no importa cual fuera su edad, género o clase social, muy a su estilo, se mostro más patriota. El Estado Nacional tuvo el acierto de obsequiar pequeñas banderas nacionales de plástico en forma masiva, todos tenían más de una, las flamearon y agitaron, algunas quedaron en el suelo luego de la faena de cada día, la mayoría fueron llevadas como suvenir. También se obsequió calcos del logo del Bicentenario a modo de escarapelas, las promotoras que las entregaban eran las encargadas de pegarlas en el pecho de de cada quien. Para conmemorar el 25 de Mayo de 1810 hubiera sido más interesante regalar verdaderas escarapelas y no estas pseudo-escarapelas descartables, pero la intención se agradece.

Muchos vendedores de banderas patrias y símbolos patrios en todos los sitios de interés. Su servicio no era tan solicitado, la gente concurrió con sus propias banderas, muchos con camisetas de las selecciones deportivas argentinas y algunos pocos niños con ropa alegórica.








Hubo también una bandera del Bicentenario, no oficial seguramente, impresa por alguien que quiso hacer su agosto y a quien busqué todos los días y apenas encontré al terminar los festejos mientras Fito entonaba el Himno Nacional. Sobre el sol que según la calidad de impresión es dorado, amarillo o rosa, dice “Bicentenario 1810-2010 Coronados de gloria vivamos o juremos con gloría morid”. No puede más que hacernos… tragar saliva.








Próximamente más galerias, videos y notas sobre los Festejos del Bicentenario en Buenos Aires

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