Por Mariana Fracassi Lazzarini
HORROR ORTOGRÁFICO: EN LAS FOTOGRAFÍAS DICE "VAYAS" EN LUGAR DE "VALLAS". Se volverán a editar en breve.
Siendo estos días de fiesta es de comprender que el Gobierno Nacional haya vallado la zona cerca a Casa Rosada. Pero esta contención no es reciente, viene desde la presidencia anterior, es decir, la de Néstor Kirchner.
Desde siempre, incluso durante las dictaduras militares, la plaza no tenía vallado alguno. Todo parece haber surgido en el temor a un “20 de diciembre” cuando una multitud en forma espontanea se reunió en la Plaza de Mayo, histórico lugar de protesta de la ciudad, y mediante el “cacerolazo” reclamó al entonces presidente, provocando su renuncia. Luego de una seguidilla de mandatarios fugaces, Eduardo Duhalde asume la primer magistratura para concluir el mandato, y gana las elecciones su protegido, Néstor Kirchner.
Al sureño parece que le aterra el fantasma del 20 de diciembre, razón por la cual se implementó un plan cerrojo para impedir las manifestaciones en la Plaza. El mecanismo tiene varios niveles de contención. Tomando como epicentro la Casa Rosada, el primero está compuesto por estas vayas. En cuanto a las vallas metálicas estas fueron perfeccionándose. En un primer momento todas las utilizadas eran de las normales (como las de color blanco que sirven actualmente de refuerzo) y luego se construyeron las actuales en forma de T invertida para evitar que la multitud pueda derribarlas. Permanecen en la plaza desde la presidencia de Néstor Kirchner, algunas están ya colocadas en su lugar, como vemos en la foto, y otras permanecen amontonadas de a grupos pequeños de manera tal que en pocos minutos pueda cerrarse la plaza.
Se cerró al tránsito la calle Balcarse frente a la Casa de Gobierno y la propiedad fue encerrada por medio de una reja, no existente nunca antes, como he dicho, ni siquiera durante los gobiernos dictatoriales. Por lo tanto, hoy día la reja es la primera línea de contención y las vallas la segunda.
Las vallas se disponen dividiendo la Plaza en dos y encerrándola.
Una tercera línea de contención es mediante otras vayas que cierran las calles de acceso a la plaza.
Una cuarta es la que cierra las calles en un radio de 200 metros a la redonda de la Casa de Gobierno.
Una quinta línea la forma personal policial que hace otro cerrojo en un radio mayor.
El nivel de contención más apartado del epicentro es el más fuerte y consiste en el cierre de los accesos a la Capital, sobre todo del sur que son los más cercanos.
En los festejos por el 25 de Mayo de 1810, día en que los porteños fueron a la Plaza histórica a ejercer su libertad de expresión, el escenario se mostro con los cerrojos del Siglo XXI.
Sólo como ejemplo, algunas notas de sobre este tema:
- Denuncia de vecinos porque la policía les impidió manifestarse en la Plaza en la tarde del 25 de Mayo. Web de los vecinos: http://www.defendamosbuenosaires.blogspot.com/
- El operativo de seguridad no fue igual para todos. La Nación, 1 septiembre 2006: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=836603
- Nadie pudo meter las patas en la fuente . Página 12, 3 septiembre 2005: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-55998-2005-09-03.html
La Casa Rosada fue cercada con rejas.
Una hilera de vallas más bajas que las azules sirven de refuerzo.
La Plaza es completamente cerrada por medio de vallas metálicas.
Las vallas van desde las rejas de la Casa Rosada hasta la pared del edificio, pasando la recova, de manera tal de bloquear todo acceso.
Cierre perpendicular a la Casa de Gobierno cuyo fin es el de fraccionar la histórica tribuna pública para impedir el ingreso de manifestantes en ella.
A pocos metros de llegar a la Pirámide de Mayo, desde hace años hay una hilera de vayas metálicas que dividen en dos a la plaza.
En la parte central se deja libre un paso, pero como puede distinguirse hay doble hilera de vayas de manera tal de poder con éstas cerrar completamente la fila. 
La Libertad que corona la Pirámide de Mayo, tras las vayas...
Este es el borrador de un croquis con la ubicación de rejas y vallas en Plaza de Mayo.
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